Una sequía severa en Somalia, junto con el aumento en la desnutrición y los brotes de enfermedades, ha desplazado a 918,000 personas de sus hogares, indicó hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).
Actualmente, más del 90 % de Somalia está registrando condiciones de sequía entre severa y extrema. El pronóstico sobre una histórica quinta temporada de lluvias deficiente mantendrá en un nivel muy alto las necesidades hasta bien entrado el 2023, añadió la OCAH.
Desde enero, de los siete millones de afectados, los socios humanitarios han entregado ayuda vital a más de cuatro millones de personas. Han dado prioridad a los más vulnerables en las zonas de mayor necesidad mientras la hambruna catastrófica se avecina, indicó la oficina en su informe más reciente sobre la situación.
El Servicio Aéreo Humanitario de la ONU llegó a cerca de 900,000 personas vulnerables en zonas de difícil acceso, agregó.
"La desnutrición y los brotes de enfermedades han aumentado y más personas están teniendo dificultades para tener acceso a agua segura, un saneamiento apropiado y alimentos adecuados", indicó la OCAH.
La OCAH señaló que los donativos han reforzado significativamente el financiamiento necesario para aumentar la respuesta humanitaria. Como resultado, los socios ampliarán la ayuda humanitaria para llegar a más personas afectadas por la sequía, incluyendo a los grupos marginados en las zonas de mayor necesidad.
