
El paso del huracán Ian ha causado grandes daños en algunas zonas de Estados Unidos, por lo que las autoridades han recurrido a los migrantes para comenzar con la reconstrucción. Esto ha generado polémica, pues hace unas semanas varios estados del sur del país expulsaron a cientos de recién llegados en protesta por la política migratoria de Biden.
Uno de los casos más sonados fue el de Ron Desantis, gobernador republicano de Florida, quien no dudó en mandar a cientos de indocumentados a otros estados, principalmente a aquellos gobernados por demócratas, como Massachusetts, Nueva York o a la capital, Washington.
A pesar de esto, tras los daños causados por Ian en Florida, las autoridades de la región han acudido a estas personas, que ya están trabajando en las tareas de limpieza. También se ha informado que decenas de migrantes venezolanos, que fueron trasladados desde Florida a Nueva York, ahora están regresando para ayudar en esas labores.
En este sentido, algunas organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han alertado sobre posibles engaños por parte de contratistas, quienes podrían denunciar a los indocumentados o no pagarles por el trabajo que lleven a cabo.
Por otro lado, la enorme labor de estas personas no parece haber cambiado la percepción de DeSantis, pues en una rueda de prensa, el mandatario criticó a tres migrantes que fueron sorprendidos robando en una casa.
Esta situación ha puesto de manifiesto que los intereses políticos de muchos van en sentido opuesto a la realidad que vive el país.