
El reciente derribo de varios objetos voladores desconocidos (OVNIS) podría obedecer a una política del presidente Joe Biden para distraer a la opinión pública sobre crisis reales en Estados Unidos, aseguraron este miércoles varias fuentes consultadas por la Agencia Sputnik.
"Es una operación psicológica para desviar las mentes de las personas pensantes de los problemas reales, como el colapso sistémico que da forma a su sombrío futuro y prepara el escenario para un nuevo conjunto de grandes narrativas", estima el vicepresidente de Rising Tide Foundation, Matthew Ehret.
El experto duda que la nueva política de derribar OVNIS, iniciada tras la detección de un globo de fabricación china sobrevolando Estados Unidos, haya sido provocada por una amenaza real.
Al respecto, Pekín explicó que se trataba de un globo dedicado a la investigación científica que se salió de su curso, y acusó a Washington de enviar aparatos aerostáticos para espiar a China.
Ehret agregó que los servicios de inteligencia occidentales han trabajado cuidadosamente para avivar las llamas de la histeria pública sobre los OVNIS en los últimos años, incluidos los esfuerzos del Pentágono para desclasificar archivos relacionados.
Philip Giraldi, exanalista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), sugirió a su vez que Biden y sus asesores querían explotar los incidentes para reforzar el menguante apoyo político interno.
"La administración de Biden los está promocionando como una amenaza para demostrar cómo nos está protegiendo", dijo Giraldi.
El comentarista político Alex Krainer, fundador de Krainer Analytics, observó cómo la cobertura de alto perfil coincide con desarrollos como el explosivo artículo del periodista Seymour Hersh, que presenta evidencias de que EEUU hizo estallar los oleoductos de Nord Stream.
"Sospecho que todo es una emergencia artificial para distraer a la gente de las crisis y problemas reales y/o algo más que se está pasando desapercibido: creo que debemos prestar atención no a dónde quieren los ilusionistas que miremos, sino a dónde quieren que no miremos", dijo Krainer.
Krainer también indicó que los descarrilamientos de trenes en Ohio, Carolina del Sur y Texas se encuentran entre los eventos que Estados Unidos probablemente quiera minimizar.
"En este momento hay tantos candidatos, desde el desastre ambiental ignorado en Ohio hasta las consecuencias de la bomba de Seymour Hersh", dijo.
El historiador y analista de política exterior Jeremy Kuzmarov considera muy posible que Washington haya avivado deliberadamente el temor a los OVNIS para cumplir sus propios propósitos políticos.
"Yo diría ejercicios de bandera falsa. No creo que haya extraterrestres viniendo al Planeta Tierra", dijo.
Kuzmarov consideró que la mayoría de los supuestos ovnis eran en realidad naves militares de algún tipo que estaban siendo probadas por diferentes gobiernos, incluido a menudo el propio Estados Unidos.
"Están tratando de crear un pretexto para la guerra con Rusia y/o China, como en el incidente del Golfo de Tonkin, y utilizan estos incidentes para hacer creer al público que los chinos o los rusos están enviando aviones espía y armas futuristas para atacar potencialmente a Estados Unidos", concluyó Krainer.