
El mundo de las redes sociales ha provocado que cada vez más los gobiernos pongan sus ojos en estas plataformas ante el temor de que los demás, principalmente del continente asiático, las utilicen para labores de espionaje en occidente.
Este es el caso de TikTok, una de las plataformas de videos más populares en el mundo que rápidamente se ha ganado un lugar a lado de otras grandes plataformas como Twitter, Facebook e Instagram, pero cuyo uso de datos personales ha provocado que sea inhabitada en algunos países.
El gobierno de Estados Unidos, Canadá y Dinamarca han vetado esta aplicación, aunque no para su población en general, pero sí para sus trabajadores, que tendrán prohibido instalar y utilizar esta aplicación en sus teléfonos móviles.
Estos países aseguran que TikTok "representa un nivel de riesgo inaceptable" para la privacidad y la seguridad, de ahí que la catalogan como un "potencial riesgo de espionaje" y prefieren evitar su uso en teléfonos que estén relacionados con funcionarios.
En su defensa, TikTok ha dicho que cumple con todas las leyes de los países en donde se encuentra disponible, pues su política de privacidad es pública y además ha creado un centro de transparencia con la finalidad de civilizar sus políticas de seguridad.
Lo sí es seguro es que TikTok, al igual que muchas aplicaciones, accede a algunos datos personales como la ubicación, información personal de los usuarios, y también ocupa algunos monitores de contenido que le permiten saber a través de qué tipo de dispositivos usan la aplicación sus clientes, así como qué tipo de contenido es el más visto.
Los países que critican la seguridad de los datos que los usuarios le dan a TikTok acusan que esta información podría ser utilizada por el Partido Comunista Chino para labores de espionaje o de difusión de propaganda.
Es ahí donde la mayoría de los usuarios se pregunta si en realidad estas aplicaciones tienen un fin de espionaje y si sus datos están seguros cada vez que inician sesión en sus dispositivos móviles.
Algunos de los señalamientos que se hacen en contra de Tiktok no son muy diferentes a los que han enfrentado otras empresas como Facebook, pues actualmente las plataformas de redes sociales son un negocio que utiliza cualquier herramienta para obtener ganancias.
La mayoría de las aplicaciones móviles utiliza algoritmos que permiten monitorear la actividad de sus usuarios; por ejemplo, en el caso de Facebook la política de uso advierte que se hace un monitoreo para ofrecer a los usuarios publicidad especializada a sus gustos.
Estos algoritmos permiten que cada usuario pueda ver anuncios de acuerdo con sus intereses, páginas y diferente contenido que esté relacionado a sus gustos, dando una experiencia más personalizada a los usuarios.
La mayoría de las autoridades recomienda a los usuarios leer detenidamente todos los contratos, políticas de privacidad y uso de datos personales que las aplicaciones deben de mostrar a sus usuarios, pero lo pocos, si no es que prácticamente nadie, lee estos textos que se ofrece en el momento en el que cada usuario se registra en una plataforma.
Es así que mientras no sea probado el supuesto fin de espionaje en estas aplicaciones, las mismas no pueden ser retiradas de la mayoría de los países, que de momento deben de limitarse a prohibir que sus trabajadores las usen, pero no a la población en general.