Los ataques de alta precisión lanzados anoche contra dos puertos del sur de Ucrania, Odesa y Nikoláev, son una respuesta al atentado contra el puente sobre el estrecho de Kerch, confirmó este martes a Sputnik el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En respuesta a la pregunta de si los ataques de esta noche contra la infraestructura portuaria de Ucrania son represalias por el atentado contra el puente de Kerch, el portavoz dijo que "sí".
Rusia lanzó su represalia a dos puertos del sur de Ucrania luego de que el puente del estrecho de Kerch, que conecta el este de la península de Crimea con la provincia rusa de Krasnodar, fuera atacado con drones marinos en la noche del 16 al 17 de julio.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques fueron lanzados contra "instalaciones en que se preparaban actos terroristas con el uso de lanchas no tripuladas contra la Federación de Rusia" y "una planta de reparaciones navales cerca de la ciudad de Odesa donde se fabricaban".
Además, se destruyeron cerca de Odesa y Nikoláev depósitos de combustible con capacidad total de casi 70.000 toneladas que abastecían de carburantes a las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El ataque, que Moscú calificó de terrorista y del que acusó a Kiev, provocó la muerte de un matrimonio, dejó herida a su hija, dañó la calzada en un tramo del puente y causó la suspensión del tráfico en plena temporada de vacaciones estivales.
El 8 de octubre pasado, la explosión de un camión bomba mató a cuatro personas en el mismo puente, provocó el colapso de dos tramos de la calzada y el incendio de vagones cisterna en la parte ferroviaria del puente.
La viceministra de Defensa ucraniana, Anna Maliar, reconoció a principios de julio que había sido un ataque lanzado por Ucrania para perturbar la logística rusa.
En respuesta, Rusia lanzó en octubre y noviembre de 2022 varias oleadas de ataques a la red eléctrica de Ucrania.
