
El secretario nacional de Seguridad del Ecuador, Wagner Bravo, descartó este jueves que el Gobierno considere negociar con integrantes de grupos delincuenciales que protagonizan hechos violentos y ratificó que existe control de la situación en las cárceles.
"En ninguna parte y en ningún concepto, de los cursos de acción que se han montado (...) por el Estado, vamos a negociar. Nosotros como Estado tenemos el control ", dijo el funcionario en entrevista con el medio local Teleamazonas.
Desde el pasado fin de semana se registran disturbios en varios centros penitenciarios del país.
Hasta el miércoles se reportó un número impreciso de víctimas en el centro de privación de libertad número 1 de la provincia de Guayas (suroeste), tras enfrentamientos entre bandas delincuenciales.
En 13 penales los reclusos realizaron una huelga de hambre que habría sido finalizada con la intervención de la fuerza pública.
Mientras, en varias cárceles permanecieron retenidos más de un centenar de guías de seguridad, quienes habrían sido liberados, según informes oficiales.
Debido a esa situación el Gobierno declaró el pasado martes un estado de excepción en todas las cárceles de país por 60 días.
Unos 2.700 militares y policías intervinieron en la también llamada Penitenciaría del Litoral para retomar el control.
Bravo considera que hay una crisis moral en el país y que la solución a los problemas de inseguridad es integral y no exclusivamente de la Policía Nacional.
Bravo admitió que para erradicar esta situación de violencia se precisan programas en los ámbitos de salud, educación y deportes para bajar los índices de violencia en el país.
En tanto, este jueves el Palacio de Carondelet, en el centro de Quito, amaneció cercado con vallas bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
"Miembros de la fuerza pública indicaron que se esperan manifestaciones en horas de la tarde", indicó Twitter la emisora local Radio Pichincha.