Deportistas acaban con vómito y diarrea tras prueba de nado en Triatlón

Deportistas acaban con vómito y diarrea tras prueba de nado en Triatlón

Foto: Pixabay

Aproximadamente 57 personas se enfermaron de náuseas y diarrea después de participar en el Campeonato Mundial de Triatlón 2023 que tuvo lugar en la ciudad de Sunderland, Reino Unido. Según los medios locales que citan a las autoridades sanitarias, la causa de esta enfermedad está relacionada con la prueba de nado que se llevó a cabo en la playa de Roker, donde participaron alrededor de 2,000 atletas

  

La Agencia de Medio Ambiente llevó a cabo un muestreo de las aguas el 26 de julio, tres días antes del evento, y descubrió la presencia de 3,900 colonias de la bacteria Escherichia coli (E. coli) por cada 100 ml de agua. Estas cifras son más de 39 veces superiores a los niveles normales registrados el mes anterior, lo que indica una grave contaminación de la zona. 

 

 

Eva Perrin, representante de la organización "Surfers Against Sewage" (Surfistas contra las aguas residuales), declaró que los niveles de “E. Coli" son inusuales y muy por encima de lo que se considera seguro para el uso recreativo humano. La situación necesita ser investigada de manera urgente. 

  

Jacob Birtwhistle, atleta australiano de 28 años, compartió los resultados del muestreo en sus redes sociales y reveló que se sintió mal después del evento. Otros deportistas también reportaron síntomas similares tras haber nadado en la playa contaminada. 

 

Sin embargo, British Triathlon, el organismo regulador de triatlones en el Reino Unido afirmó que los resultados de las muestras de la agencia no se publicaron hasta después de la competición y que las pruebas se efectuaron fuera de la zona donde se llevó a cabo el evento. Según el organismo, las pruebas llevadas a cabo por ellos mismos cumplieron con las normas exigidas. 

  

Es importante destacar que la playa de Roker ha sido objeto de controversia entre activistas y el gobierno debido al vertido de aguas residuales en la zona, según informa The Guardian. La situación plantea preocupaciones sobre la seguridad y la calidad del agua en futuros eventos deportivos en la playa. 

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