Nuevas variantes de COVID-19, Eris y Pirola, generan inquietud en el mundo

Nuevas variantes de COVID-19, Eris y Pirola, generan inquietud en el mundo

Foto: Unsplash

A medida que la pandemia de COVID-19 sigue afectando al mundo, dos nuevas variantes del virus han surgido: Eris y Pirola, generando inquietud global debido a su rápida propagación y cambios genéticos. 

  

La variante “Eris”, una subvariante de Ómicron, causó alarma al expandirse rápidamente en 53 países. En Estados Unidos, se convirtió en la variante de COVID-19 con el crecimiento más rápido hasta la fecha. Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) advirtieron que esta subvariante podría estar vinculada al 17 % de los casos actuales de coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también expresó su preocupación ante este fenómeno e instó a mantener y reforzar la vigilancia. 

 

 

En medio de esta situación, surgió otra subvariante de Ómicron llamada “Pirola”, identificada como BA.2.86. Esta cepa fue detectada en cuatro países: Dinamarca, Israel, Reino Unido y Estados Unidos. Lo que inquieta a la OMS acerca de la variante Pirola es su inusual número de cambios en la secuencia de aminoácidos en la proteína espiga del virus. 

  

Hasta el momento, se registraron únicamente seis casos de la variante Pirola, pero la OMS ya la categorizó como una "variante de emergencia" debido a sus notables mutaciones y su rápida propagación. La incertidumbre prevalece en relación a los síntomas que podría causar esta variante, ya que la cantidad de casos es insuficiente para identificar patrones claros. T. Ryan Gregory, biólogo de la Universidad Canadiense de Guelph, explicó en sus redes sociales que "no hay forma de saber nada sobre los síntomas específicos de esta variante" debido a la escasez de información disponible. 

  

En contraste con las variantes anteriores, que se denominan con letras del alfabeto griego, la subvariante Pirola fue bautizada con el nombre de un asteroide descubierto en 1927. La nomenclatura podría cambiar en el futuro si la OMS decide considerar a esta variante como una preocupación de salud pública, posiblemente designándola como “Pi” o “Rho”, siguiendo la secuencia alfabética griega. 

 

 

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