
En un tribunal estatal de Riverside, California, comenzó un juicio contra Tesla en un caso relacionado con el sistema de asistencia al conducir Autopilot. El incidente en cuestión sucedió en 2019, cuando un Tesla controlado por el Autopilot cobró la vida de una persona y el demandante asegura que fue un fallo en el sistema de Autopilot.
Según informó Reuters, el conductor del Tesla iba a una velocidad de 105 kilómetros por hora en una carretera, perdió el control del vehículo repentinamente y chocó violentamente contra una palmera que explotó en llamas. Como resultado, el conductor murió en el acto, y sus dos acompañantes, incluido un menor de 8 años, quedaron gravemente heridos.
La demanda sostiene que Tesla estaba consciente de las deficiencias en el piloto automático y en otros sistemas de seguridad. La versión del “paquete completo de capacidad de conducción automática” que el conductor había adquirido aún estaba en su versión beta, lo que implica que aún no estaba lista para su lanzamiento, aseguró el abogado de los demandantes, Jonathan Michaels. Y señaló que “una empresa de automóviles nunca debería vender vehículos experimentales a los consumidores”.
Además, el abogado alega que el volante del automóvil hizo un giro brusco de 43 grados en una autopista y que el “control excesivo de la dirección es un problema conocido en Tesla".
El fabricante, Tesla, respondió argumentando que el sistema Autopilot no está diseñado para hacer giros bruscos en una autopista. Según la empresa, el Autopilot coloca “barandillas” en el ángulo del volante a altas velocidades, permitiendo al volante girar solo ligeramente hacia la izquierda o derecha. Finalmente, Tesla también responsabilizó al conductor del accidente, sugiriendo que probablemente estaba en estado de ebriedad al momento del choque.