
Yocheved Lifshitz, una mujer de 85 años y una de las dos ancianas israelíes recientemente liberadas por Hamás, compartió detalles sobre su experiencia mientras estuvo en cautiverio. Según informa The Israel Times, Lifshitz reveló que ella y otros rehenes estuvieron retenidos en una red de túneles subterráneos.
"Pasé por un infierno que nunca pudimos imaginar. Estaban arrasando el kibutz", dijo Lifshitz, quien también cuestionó la efectividad de la costosa valla fronteriza de Israel, afirmando que "no sirvió de nada" ante el asalto del grupo.
Yocheved Lifshitz, an elderly Israeli hostage who was released yesterday from Gaza:
— Allah Islam Quran (@AllahGreatQuran) October 24, 2023
“When we arrived in Gaza, they told us at first that they believed in the Qur’an and that they would not harm us.
They said they would treat us as they treated those around them. We were… pic.twitter.com/ugV23T1fSa
Lifshitz dio detalles sobre su secuestro, recordando que la llevaron en una motocicleta con las piernas a un lado y la cabeza en el otro, y que le quitaron todas sus joyas. Además, relata que durante el viaje fue golpeada con palos, causándole “fuertes dolores” e incluso dificultad para respirar. Finalmente, fue llevada a través de una red de túneles subterráneos, donde se encontró con otros 25 rehenes.
La anciana reveló que los secuestradores les aseguraron que no les harían daño: “Nos dijeron que creían en el Corán y que no nos harían daño, que nos proporcionarían las mismas condiciones que en los túneles". Y señaló que periódicamente eran visitados por un médico que les proporcionaba medicamentos, y que los secuestradores mantenían condiciones sanitarias, incluso limpiaban todas las áreas.
Yocheved Lifshitz, an elderly Israeli hostage who was released yesterday from Gaza:
— • (@Alhamdhulillaah) October 24, 2023
"When we arrived in Gaza, they initially told us that they believed in the Quran and that they would not harm us.
They said they would treat us like they treated around them, we were under… pic.twitter.com/XvM1QsIuIC
La mujer también expresó su agradecimiento a sus captores por cuidar de sus necesidades básicas, señalando que comieron la misma comida que ellos: pan de pita, queso y pepinos. Finalmente, la anciana elogió la actitud de sus captores, mencionando que fueron tratados con sensibilidad y que apreció el gesto de estrechar la mano de uno de ellos mientras la trasladaban en una ambulancia de la Cruz Roja.
Además, Lifshitz criticó al Ejército israelí por no haber tomado lo suficientemente en serio la amenaza de Hamás en la preparación del ataque y recordó las señales previas, como globos aerostáticos que cruzaban la frontera y provocaban incendios en los campos del kibutz.