
Más de 550 mamíferos acuáticos, principalmente lobos y leones marinos, murieron en el último mes debido a un supuesto brote de gripe aviar en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil. Los primeros informes sobre las muertes comenzaron a surgir el 30 de septiembre, y para el 3 de octubre, se confirmó la presencia del virus en tres mamíferos acuáticos y un ave silvestre.
É preciso uma ação urgente sobre os casos de leões-marinhos que estão sendo encontrados mortos em praias de Florianópolis. A suspeita é de que os animais estão morrendo de gripe aviária. Protocolei hoje uma indicação solicitando medidas sanitárias da prefeitura. pic.twitter.com/zPECKqCDX1
— Afrânio Boppré (@afranioboppre50) October 25, 2023
El Ministerio de Agricultura y Pecuaria de Brasil declaró que no es necesario hacer más recolecciones en animales de las especies ya confirmadas con el virus y hasta el momento, no hay informes de humanos o mascotas infectadas por el virus. Alberto Chebabo, presidente de la Sociedad Brasileña de Infectología, señaló que el virus actualmente no se transmite a los humanos. Sin embargo, existe la preocupación de que el virus pueda mutar y adaptarse a los humanos en el futuro, por lo que aconsejó no manipular a los animales afectados.
Para prevenir la propagación del virus, las autoridades establecieron protocolos para enterrar a los animales muertos en fosas de dos metros de profundidad. Además, instaron al público a evitar acercarse o tocar animales muertos o enfermos en las playas y recomendaron no llevar mascotas a estas áreas. A pesar de la situación, el consumo de carne y huevos no se considera riesgoso. Francisco Lopes, del Departamento de Vigilancia y Defensa de Salud Animal, reiteró que la cadena de control e inspección sigue funcionando normalmente.
Mientras tanto, países vecinos a Brasil, como Perú, Uruguay y Argentina, también reportaron muertes en su fauna marina debido al virus. En respuesta a la propagación, se incrementaron las medidas de bioseguridad en la Antártida para proteger a investigadores y turistas. Sin embargo, la preocupación crece a medida que se confirmaron los primeros casos de gripe aviar altamente patógena en poblaciones de Skúa Parda, una especie de ave marina, en la isla Bird, Georgia del Sur.