
Los israelíes celebran un día de luto para conmemorar el primer mes del ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamás en el que murieron más de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles, y unas 240 fueron tomadas como rehenes.
A las 11:00 horas se guardará un minuto de silencio en todo el país y las autoridades locales de todo el país bajarán la bandera a media asta. También se llevarán a cabo ceremonias conmemorativas en escuelas y universidades a lo largo de todo el día.
Más tarde, la gente se reunirá en las plazas y otras zonas centrales para encender velas en memoria de los soldados caídos y los civiles asesinados.
En Tel Aviv se llevará a cabo un servicio conmemorativo para las familias dolientes en el auditorio nacional con una actuación de la Orquesta Filarmónica de Israel, y en Jerusalén se llevará a cabo una manifestación conmemorativa y de protesta de las familias en duelo frente a la knéset (Parlamento israelí). Al final del servicio, se instalará un campamento permanente en ese mismo lugar liderado por las familias dolientes que exigen un nuevo gobierno, según los organizadores.