
El Parlamento italiano aprobó este jueves una ley que prohíbe la producción y la venta de alimentos sintéticos y piensos artificiales, por lo que Italia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en imponer una prohibición de ese tipo.
El proyecto de ley gubernamental correspondiente fue apoyado por 159 diputados, 53 se pronunciaron en contra y 34 se abstuvieron. En julio ese documento, desarrollado por iniciativa de los Ministerios de Agricultura y de Salud de la República, fue aprobado por el Senado italiano.
La nueva ley prohíbe el uso en la producción, venta, importación, exportación y distribución de "alimentos o piensos compuestos, aislados o producidos a partir de cultivos celulares o tejidos derivados de animales vertebrados".
Para los infractores se prevén multas de entre 10.000 y 60.000 euros. Sin embargo, en el caso de la producción a gran escala, las sanciones pueden aumentar hasta el 10 por ciento de la facturación anual de la empresa, y prevén la confiscación de los artículos producidos.
La nota explicativa del proyecto de ley, preparada por el ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, indicó que el negocio más atractivo para los productores es el relacionado con la fabricación de carne mediante el cultivo de células basadas en células madre de animales, lo que es una producción multimillonaria.