
Las autoridades brasileñas rescataron en 2023 a más de 2.500 niños y adolescentes que estaban en situación de trabajo infantil.
Según datos divulgados por el Ministerio de Trabajo, fueron "2.564 niños y adolescentes, lo que representa cerca de un nueve por ciento más respecto a la cantidad de rescates realizados en 2022, 2.324".
El informe apunta que la mayoría de ese total (1.923) eran niños, y el resto niñas; la gran mayoría, además, el 89%, realizaba tareas categorizadas como las peores formas de trabajo infantil.
La mayoría trabajaba en la construcción civil, venta de bebidas alcohólicas, recogida de basura y talleres mecánicos.