La séptima jornada del caso Mazan estuvo marcada por la ausencia de Dominique Pelicot, quien está hospitalizado por una enfermedad. Pelicot, acusado de drogar a su esposa Gisèle Pelicot durante años para que otros hombres abusaran sexualmente de ella, no pudo estar presente en el juicio.
Durante la sesión, el investigador Stéphan Gal de la Policía Judicial francesa, expuso detalles sobre uno de los 51 acusados, quien se identificó como “Rasmus”. De acuerdo con Gal, aunque el sujeto no abusó directamente de Gisèle, sabía lo que hacía Dominique y decidió seguir el mismo patrón al drogar a su propia esposa con ansiolíticos, específicamente Temesta, para abusar de ella.
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Rasmus y Dominique se conocieron a través de una plataforma en internet, donde intercambiaban mensajes sobre cómo administrar las drogas. Además, en varias ocasiones Rasmus invitó a Pelicot a presenciar o participar en los abusos contra su esposa.
Según los investigadores, Pelicot tenía un archivo detallado sobre los abusos que cometió contra su esposa, guardando videos con nombres y apodos de todos los involucrados. Se estima que más de 83 hombres participaron en estos crímenes, aunque solo se identificaron 50 hasta ahora.
Gisele Pelicot, your bravery has caused a tidal wave across the world. pic.twitter.com/YlG5MzHQhN
— Lucy Brown (@lucymarionbrown) September 8, 2024
De acuerdo con la investigación, Dominique asistió al menos cinco veces a la casa de Rasmus. Sin embargo, en una ocasión la dosis no fue suficiente para mantener dormida a la esposa de Rasmus, por lo que se despertó en medio de la violación, hallando a Pelicot, un completo desconocido, con los pantalones abajo frente a ella, por lo que Rasmus se excusó asegurando que era un hombre que venía a tomarle fotos en ropa interior.
Los abogados señalaron como un indicativo de que Rasmus quería terminar con los abusos a que se negó a mantener relaciones sexuales con Gisèle Pelicot y eventualmente comenzó a bajar la dosis que administraba a su esposa; sin embargo, los investigadores señalaron que habría sido más útil que renunciara y diera aviso a las fuerzas del orden.
El experto en informática localizó un total de 128 archivos dentro de una carpeta llamada “abusos”, en ella Dominique almacenaba las violaciones a Gisèle con los nombres, apodos, edades y días precisos de lo sucedido. Además, hacía montajes amateur con fotografías de sus hijas.
