El Gobierno de Reino Unido lanzó un plan de emergencia que permitirá la salida anticipada de 1,750 presos de Inglaterra y Gales, esto con el objetivo de enfrentar el grave hacinamiento de las prisiones. Esta medida se pondrá en marcha el martes y pretende evitar que el sistema penitenciario colapse debido a la falta de espacio.
El plan también contempla la liberación de otros 5,500 reos entre septiembre y octubre, beneficiando a los condenados con penas menores a cinco años y que hayan cumplido al menos el 40 % de su condena. Sin embargo, se precisó que los presos por delitos graves, delitos sexuales, de maltrato doméstico y delitos conexos, como acoso y comportamiento controlador, quedarán excluidos de esta normativa.
Por su parte, Charlie Taylor, inspector jefe de prisiones, aseguró que el gobierno “no tenía otra opción” ante la creciente crisis carcelaria, señalando que el sistema ya no es capaz de operar adecuadamente en esas condiciones. No obstante, también señaló que la liberación anticipada de reos podría traer problemas como la reincidencia de los delincuentes o la falta de vivienda de los mismos.
Martin Jones, inspector jefe de libertad condicional, expresó su preocupación por la presión que esta medida ejerce sobre el sistema de libertad condicional, el cual está afectado por la falta de personal y de recursos. Además, aseguró que es “casi seguro” que un tercio de los liberados volverá a delinquir.
La sobrepoblación en las cárceles británicas alcanzó un número récord de 88,524 presos la semana pasada, dejando únicamente 1,098 lugares disponibles. Sin embargo, se proyecta que el número de presos podría aumentar en 19,000 para 2028, mientras que la capacidad penitenciaria solo crecería en 9,000 plazas.
