Cáncer en México: mitos, realidades y la urgencia de un cambio

Cáncer en México: mitos, realidades y la urgencia de un cambio

Foto: FreePik

El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Cada año, millones de personas son diagnosticadas con esta enfermedad, y su incidencia sigue en aumento. En el marco del Día Internacional contra el Cáncer, analizamos cuáles son las verdaderas causas de esta enfermedad, qué factores son mitos y cuáles son realidades.

 

Según datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), en México cada año se registran alrededor de 195,000 nuevos casos de cáncer, donde el 46 por ciento de los pacientes fallece por esta causa. Mientras que, a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2040 la cifra de nuevos diagnósticos podría superar los 29 millones.

 

Asimismo, a nivel nacional, el cáncer es la tercera causa principal de muerte, representando aproximadamente 12 % del total de defunciones. De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 se registraron 91,562 muertes por cáncer, con una tasa que ha aumentado a 7.06 defunciones por cada 10,000 habitantes. En cuanto a nuevos casos, se estima que hay alrededor de 190,000 nuevos diagnósticos anuales, lo que indica un aumento significativo en comparación con años anteriores.

 

 

En Puebla, la situación es similar. Aunque las tasas específicas pueden variar, se reporta que la región enfrenta desafíos significativos en términos de acceso a atención médica oportuna y adecuada. Las tasas de mortalidad por cáncer en Puebla oscilan entre 4.7 y 6.2 defunciones por cada 10,000 habitantes.

 

En el caso de Puebla, el cáncer de mama, el cáncer cervicouterino y el cáncer de próstata son los más comunes. A nivel nacional, el cáncer de mama ocupa el primer lugar en incidencia en mujeres, mientras que el de próstata es el más diagnosticado en hombres.

 

Expertos en oncología aseguran que el aumento de casos no necesariamente se debe a que haya más enfermos, sino a una combinación de varios factores y cambios en los estilos de vida que han incrementado la exposición a ciertos factores de riesgo.

 

El incremento en los casos de cáncer se debe a varios factores interrelacionados:

 

  • Estilos de vida poco saludables: La dieta inadecuada, caracterizada por un alto consumo de productos procesados y azúcares, junto con la falta de actividad física, contribuyen al aumento de la obesidad, un factor de riesgo significativo para varios tipos de cáncer.
  • Consumo de tabaco y alcohol: Se estima que 22 % de las muertes por cáncer en México se deben al tabaquismo. Además, el consumo excesivo de alcohol también está asociado con un mayor riesgo.
  • Contaminación ambiental: La exposición a contaminantes del aire y otros agentes químicos puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer.
  • Factores genéticos: Aunque menos comunes, las predisposiciones hereditarias también juegan un papel importante.

 

 

Mitos y verdades sobre el cáncer

 

  • Mito: No todos los casos de cáncer son hereditarios; solo un pequeño porcentaje se debe a mutaciones genéticas familiares. La mayoría de los casos están relacionados con factores ambientales y de estilo de vida.
  • Mito: Los celulares causan cáncer. No hay evidencia científica que demuestre que las ondas electromagnéticas de los teléfonos móviles causen cáncer.
  • Verdad: El tabaquismo y la mala alimentación son factores de riesgo. Fumar sigue siendo una de las principales causas de cáncer de pulmón, mientras que una dieta rica en ultraprocesados y grasas trans puede aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer.
  • Mito: Los desodorantes o antitranspirantes causan cáncer de mama. No hay estudios que comprueben una relación directa entre su uso y el desarrollo de esta enfermedad.

 

En conclusión, el aumento en los casos de cáncer en México es un fenómeno preocupante que requiere atención urgente. La promoción de estilos de vida saludables, junto con políticas públicas efectivas para mejorar la detección temprana y el tratamiento del cáncer, son esenciales para mitigar esta tendencia. La educación sobre los factores de riesgo y la importancia del diagnóstico temprano son fundamentales para mejorar las tasas de supervivencia y calidad de vida para quienes enfrentan esta enfermedad.

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