
Durante el periodo de vacaciones, los balnearios se convierten en uno de los destinos favoritos para disfrutar en familia. Sin embargo, detrás de la diversión, existen riesgos que pueden empañar la experiencia si no se toman las medidas adecuadas. ¿Qué debemos considerar antes de acudir a uno de estos lugares?
Las autoridades sanitarias recomiendan revisar lo siguiente:
- Que el balneario esté registrado ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y cumpla con las normas de calidad del agua.
- Que cuente con personal salvavidas certificado y con primeros auxilios.
- Que cuente con zonas señalizadas correctamente, tanto en profundidad de albercas como en salidas de emergencia.
- Que haya higiene en baños, regaderas y áreas de comida.
Asimismo, se aconseja consultar reseñas en línea, redes sociales o mapas de Google, ya que en muchas ocasiones los visitantes advierten de condiciones insalubres o malas experiencias.
Los riesgos más comunes
En tanto, los balnearios, spas y jacuzzis pueden ser peligrosos si no se usan correctamente. Entre los principales riesgos destacan:
Ahogamientos accidentales: especialmente en niños menores de 12 años, debido a piscinas mal cubiertas o sistemas de succión mal diseñados. En México, los ahogamientos son una causa importante de muerte accidental, pues están entre las causas más comunes de muerte por accidentes, y particularmente la incidencia en niños menores de 10 años
Exposición prolongada al calor: el uso excesivo de jacuzzis o saunas puede causar hipertermia, deshidratación y mareos.
Consumo de alcohol: mezclar alcohol con agua caliente intensifica sus efectos y aumenta el riesgo de accidentes.
Condiciones médicas preexistentes: personas con enfermedades cardíacas o trastornos convulsivos son más vulnerables a sufrir complicaciones.
Medidas preventivas
Para evitar estos riesgos, es fundamental seguir ciertas recomendaciones.
- Supervisión Constante
La vigilancia activa es esencial, especialmente cuando hay niños presentes. El Instituto Nacional de Pediatría destacó que la muerte por ahogamiento es 100% prevenible, y la principal medida es la estrecha vigilancia de niños cerca del agua.
- Control del tiempo, temperatura y exposición al sol
El tiempo de permanencia en jacuzzis o saunas debe ser limitado:
Adultos: No más de 15-30 minutos con temperaturas entre 100°F y 102°F.
Niños menores de 10 años: Máximo 5-10 minutos con agua a menos de 95°F. Además, es importante mantenerse hidratado antes y después del uso.
Usa bloqueador solar, gorra o sombrero y ropa ligera para evitar golpes de calor.
- Evitar conductas riesgosas
Prohibir correr o jugar bruscamente cerca del agua reduce el riesgo de caídas. También es importante mantener objetos como vidrio o aparatos electrónicos lejos del área para prevenir accidentes.
- Higiene y seguridad
Antes de ingresar al agua, hay que ducharse para eliminar residuos que puedan contaminarla. Además, verificar que el lugar mantenga niveles adecuados de pH y sanitización en las piscinas.
Si se tiene alguna herida o infección en la piel, evitar el contacto con el agua para prevenir complicaciones.
En conclusión, los balnearios pueden ser espacios de descanso, diversión y unión familiar, pero también requieren responsabilidad y conciencia. Un día de vacaciones puede convertirse en una experiencia amarga si no se toman las precauciones adecuadas.