
Cruz Azul vive un momento emocionante en la Champions Cup, pues tras eliminar a su acérrimo rival, el América, está a un paso de la final del torneo continental. En la antesala de ese crucial partido, el equipo se enfrentará a Tigres, con la esperanza de lograr el pase a la gran final. Sin embargo, surge una duda importante sobre el lugar en el que se disputará la semifinal: el estadio Cuauhtémoc podría ser la sede, pero solo en una circunstancia muy específica.
La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Futbol (Concacaf), que regula la Champions Cup, establece una regla clara: el cambio de sede solo sería permitido en una situación de fuerza mayor. Es decir, solo si existe una razón extraordinaria y ajena a la voluntad del club, como un desastre natural, problemas con la infraestructura del estadio o cualquier otro impedimento grave que haga imposible jugar en Ciudad Universitaria se podría autorizar un cambio de sede.
Esto quiere decir que, a pesar de que Cruz Azul se ha mostrado cómodo en Puebla durante su partido reciente contra Pumas, en la jornada 14 de la Liga MX, en el cual se presentó ante 39,000 personas en el estadio Cuauhtémoc, no es algo que sucederá de manera regular.
El equipo ha logrado buenos resultados en Puebla y la afición celeste ha respondido con un respaldo impresionante, pero esa comodidad no se traduce en una decisión automática para cambiar la sede de su semifinal de la Champions Cup.
Aunque la posibilidad de jugar en el estadio Cuauhtémoc suena atractiva, no será más que una opción extraordinaria. En este sentido, solo si se presenta una situación que impida jugar en Ciudad Universitaria, se abriría la puerta para que Cruz Azul juegue en Puebla. De lo contrario, el equipo deberá cumplir con la normativa de la Concacaf y disputar su partido en el estadio que inicialmente se había designado.