
Una película de Minecraft (2025) es uno de los mayores éxitos del año, pues logró recaudar 301 millones de dólares a nivel mundial para ver el filme basado en el universo creado por Mojang. Desde un inicio, los seguidores estaban entusiasmados por ver el videojuego convertido al arte cinematográfico.
De acuerdo con Infobae, uno de los momentos más comentados de la película es una escena en un ring de boxeo, en la que aparece el actor Jason Momoa y, como una suerte de guiño reservado para los jugadores veteranos del videojuego, hace su aparición el Chicken Jockey, una criatura sumamente poco común dentro del universo de Minecraft.
No obstante, su aparente insignificancia dentro de la narrativa del filme, Chcken Jockey provocó una reacción explosiva entre los asistentes.
Esa aparición no tardó en reproducirse en redes sociales, pues comenzaron a circular videos mostrando la efusividad colectiva: gritos, ovaciones, el lanzamiento de palomitas al aire y hasta la irrupción de confeti.
En casos más extremos, llegaron gallinas reales al cine por parte de espectadores disfrazados, uno de ellos fue alzado sobre los hombros por otro mientras sostenía el ave.
Esta escena se viralizó y también marcó un nuevo tipo de experiencia en el cine, en la que el público reacciona masivamente a un código interno del videojuego; para quienes no están familiarizados, dicho código pasa completamente inadvertido.
¿Y qué es un Chicken Jockey?
Es una de las combinaciones más insólitas y difíciles de encontrar: un bebé zombie montado sobre una gallina. Esta rara criatura, que puede parecer absurda a simple vista, posee una lógica interna basada en el sistema de generación aleatoria del videojuego, diseñado por Mojang.
Su aparición, si bien no altera de forma sustancial el juego, es un símbolo de rareza y pertenencia para quienes han pasado largas horas explorando su entorno.
Su existencia, agrega Infobae, actúa como un código compartido entre la comunidad de jugadores; por este motivo, la simple inclusión de esta criatura en la película fue interpretada por muchos como un homenaje explícito a la cultura de los fans, más que como un recurso narrativo o visual.