
Los gobiernos de Morena han mostrado una grave falta de experiencia en el manejo del coronavirus. Durante la pandemia de COVID-19, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, proporcionaba actualizaciones diarias sobre el número de contagios y defunciones.
Durante este periodo, llegó un momento en que el entonces subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, el principal vocero en estas conferencias, llegó a aburrir con sus reportes diarios y sus desatinadas declaraciones en torno a la crisis de salud mundial.
Nunca existió una estrategia eficaz para abordar el tema durante los poco más de tres años que duró la pandemia en el país. Diariamente, los funcionarios de salud abrumaban a la sociedad con sus cifras, provocando que los mexicanos se aburrieran de sus intervenciones.
Pero, paradójicamente, después de que en mayo de 2023 la emergencia sanitaria por COVID-19 llegó a su fin en México, tras cumplir con las características que establece la OMS, en los años posteriores se incrementaron nuevamente las cifras y nadie dice nada.
El número de contagios y defunciones por el virus continuó en 2024 y 2025, y el gobierno federal permanece pasmado, sin ofrecer ninguna información o posicionamiento al respecto.
De acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral, el año pasado se confirmaron más de 14,000 casos y se presentaron 740 defunciones por COVID-19. Para este 2025, se han reportado hasta el mes pasado más de 42,000 casos sospechosos, de los cuales se han confirmado 630 y han perdido la vida 18 personas por esta enfermedad.
Lamentablemente, los mexicanos no están informados sobre la situación actual del virus y continúan llevando su vida de manera normal, sin tomar ninguna medida, pensando que todo está bien y bajo control, cuando las cifras dicen todo lo contrario.
Incluso, algunos especialistas aseguran que, aunque en "apariencia" el virus está controlado a nivel mundial, esto no significa que no se presente un cambio en el nivel de amenaza del COVID-19, o la aparición de una nueva variante tan genéticamente diferente a las variantes anteriores que la inmunidad obtenida por infecciones o vacunaciones anteriores se vería enormemente socavada.