El 23 de abril no solo marca el Día Mundial del Libro, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los hábitos de lectura en México. Mientras algunas naciones celebran su amor por los libros con festivales y lecturas masivas, en México los datos revelan una realidad menos alentadora.
De acuerdo con el Módulo sobre Lectura 2023 del INEGI, los mexicanos leen un promedio de 3.4 libros al año y dedican apenas 35 minutos al día a la lectura.
Sin embargo, al preguntar a ciudadanos de diversas edades, se descubren matices que desafían las estadísticas. Desde jóvenes ávidos de libros hasta adultos que reconocen la falta de tiempo para leer, cada historia ofrece una visión distinta sobre lo que significa leer en nuestro país.
El testimonio de los lectores frecuentes
Irvin, un joven de 20 años, es un ejemplo contrario a la estadística nacional. Él dedica dos horas diarias a leer, principalmente sobre mitología y literatura clásica. Su promedio anual de lectura ronda los 30 libros. "Me apasiona la mitología. Si pudiera recomendar un libro, sería La Odisea", comentó.
Sin embargo, como muestra de la variabilidad de los hábitos de lectura, Diego, de 18 años, no comparte el mismo entusiasmo. "Solo leo cuando tengo tarea, más o menos 30 minutos al día", explicó.
Leticia, una mujer de 40 años, explica que no tiene el hábito de la lectura. "No tengo tiempo para leer", confesó. Este testimonio es reflejo de la principal razón que el INEGI señala para no leer: la falta de tiempo con 44.1 % de los mexicanos indica que su falta de tiempo es un obstáculo para disfrutar de la lectura.
Este patrón se repite en otros testimonios. Carmen, de 38 años, admite que no ha leído más de un libro al año y apenas dedica una hora a la semana a la lectura. "Ahí sí tengo que mejorar", comentó, reconociendo su falta de constancia.
Por otro lado, Angélica, quien hace un esfuerzo consciente por leer, comenta que trata de leer entre 10 y 15 minutos antes de dormir, con lo que actualmente suma dos libros terminados en lo que va del año.
Virginia, una mujer de más de 60 años, reflejó un fenómeno que se repite a medida que avanza la edad: la lectura disminuye considerablemente con los años. "Trabajo, cuido a mis bisnietos, y ya no", comentó. En su caso, la lectura es algo que quedó en el pasado, desplazado por otras responsabilidades y el tema de la edad.
El valor de la lectura en la sociedad
A pesar de los bajos índices de lectura, los beneficios de leer son indiscutibles. La UNESCO ha destacado que los países con mayores tasas de lectura tienden a ser más educados y socialmente activos. La lectura, además de ampliar conocimientos, fomenta la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico.
Por lo que el Día del Libro es un recordatorio de lo mucho que aún se puede hacer para fomentar la lectura en México. Para cambiar esta realidad, es fundamental que se fomenten hábitos de lectura desde temprana edad, pero también que se promueva la importancia de leer como una herramienta vital para el desarrollo personal y social.