
Otorgar permisos es una función básica y no una proeza, como lo hace ver José Chedraui. Mientras otros alcaldes implementan políticas públicas, inauguran obras y dialogan directamente con la gente; en la “capital imparable”, esto parece estar detenido. Y es que ahora, Pepito, y no el de los cuentos, aunque no le quedaría mal el mote, ya que son puro cuento sus acciones, se ha convertido en el alcalde cemitero.
Mientras que en municipios como San Pedro Cholula, Atlixco, Amozoc y hasta Cuetzalan las y los ediles y una regidora demuestran compromiso con iniciativas que van desde la atención directa a la sociedad hasta proyectos culturales y de seguridad, el "alcalde cemitero", al frente de la cuarta ciudad más importante del país, sólo se limita a cortar listones y otorgar permisos, no para ferias científicas o ferias tecnológicas o ferias de libros, sino para ferias de cemitas, como la más reciente que pomposamente se llama Cemita Fest Imparable.
De risa y pena ajena, pero es cierto. Pepito Chedraui, el cortalistones y ahora alcalde cemitero, prohíja y vitorea este tipo de “magnos eventos” como parte de sus grandes logros, cuando los poblanos demandan soluciones reales a necesidades urgentes en la ciudad.
Ediles de municipios más pequeños están demostrando que el tamaño no define la ambición ni el impacto de una gestión. Tonantzin Fernández en San Pedro Cholula, Ariadna Ayala en Atlixco, Severiano de la Rosa en Amozoc y Sandra Montalvo, regidora de Cuetzalan, están dando el ejemplo de que el liderazgo se mide en acciones, no en acciones y actitudes ridículas.
Chedraui tiene la visión demasiado corta. Tal vez sea un gran empresario, pero el "paquete" municipal le está quedando bastante grande. Puebla capital requiere más que de ferias pueblerinas para consolidarse como un referente nacional, y requiere al frente del gobierno municipal una autoridad que no sea sólo un florero.
Y es que no le ba$tó el Festival de la Cemita 2025, que para no variar contó con el apoyo del Gobierno del Estado y que se llevó a cabo en el Parque del Carmen, sino que ahora se le ocurrió la grandiosa idea de organi$ar el "Cemita Fest Imparable", con apenas tres días de diferencia y en el mismo lugar. Diría mi comadre: ¡qué ridiculez tan más ridícula! Un festival de cemitas, después de una feria de cemitas. ¡Vaya torpeza!
¿Dónde quedaron las "grandes" propuestas de movilidad, seguridad o desarrollo económico que prometió? Cae más pronto un hablador que un cojo y, en el caso de Chedraui, bastaron menos de 7 meses para demostrarlo. La administración de Pepito Chedraui deambula como mayate, "imparable y sin rumbo".
Y como cereza del pastel, en días pasados, el veintiúnico programa de la capital imparable, el "estacionamiento rotativo" que prometía orden, modernidad y seguridad, resultó fallido. Como todo lo de este desgobierno municipal.
Y es que en un solo día fue robada una camioneta y autopartes de otro vehículo, que estaban estacionados dentro de los cajones en la zona de parquímetros. Pero mientras eso sucede, los "supervisores de movilidad" están al acecho de los automovilistas que no cumplan con la normatividad para “arreglarse” como es “debido”.
La sociedad cuestiona si los parquímetros no garantizan seguridad y cuál es su verdadero propósito. Los poblanos merecen más que un sistema que sólo recauda infracciones mientras los delincuentes actúan a sus anchas.
Un alcalde cemitero y un programa de parquímetros chafa, ¡adónde rayos vamos a parar!