Antes, los gastos hormiga se traducían en cafés diarios, golosinas o antojos comprados en la tiendita de la esquina. Hoy, han evolucionado. En la era digital, la tecnología ha generado nuevas formas de desembolsar dinero sin que nos demos cuenta. Un cobro automático aquí, una suscripción allá, microtransacciones en juegos móviles o envíos exprés por compras online.
¿Qué son los nuevos gastos hormiga?
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), los gastos hormiga representan hasta el 12% del ingreso mensual de los mexicanos. Hoy, estas pequeñas fugas se han digitalizado. Entre los más comunes están:
Compras en línea impulsivas: comprar ropa, gadgets o productos solo por aprovechar descuentos o por entretenimiento, sin necesidad real.
Suscripciones automáticas: streaming, apps de meditación, revistas, plataformas de ejercicio.
Comida a domicilio y snacks: pedidos frecuentes de comida rápida o snacks que sustituyen la preparación en casa, encareciendo la alimentación diaria.
Compras integradas en videojuegos móviles: skins, monedas virtuales, desbloqueos
Pagos duplicados por falta de revisión de cargos automáticos
Cuotas por almacenamiento en la nube o apps que no se usan
¿A cuánto podrían ascender estos gastos?
Aunque cada gasto es pequeño, sumados pueden representar una cantidad significativa. De acuerdo con el Banco de México, en promedio un usuario gasta:
$129 a $229 al mes en una sola plataforma de streaming
$100 a $300 mensuales en apps de entrega de comida.
$250 a $600 en microtransacciones mensuales en videojuegos.
$99 a $150 en servicios de almacenamiento en la nube.
Asimismo, un análisis de la empresa Fintonic México reveló que una persona puede destinar entre $1,000 y $2,500 mensuales en gastos digitales hormiga. Si se proyectan esos montos, en un año equivalen a $12,000 hasta $30,000, es decir, más de un mes de salario mínimo.
¿Por qué gastamos más sin darnos cuenta?
Las compras hormiga digitales surgen principalmente por la combinación de factores psicológicos, sociales y tecnológicos que influyen en el comportamiento del consumidor moderno. En primer lugar, la facilidad y rapidez con la que se puede adquirir un producto o servicio en línea hace que muchas personas hagan compras impulsivas sin una reflexión previa. Basta un clic para que un artículo pequeño, como una app, una suscripción o un accesorio tecnológico, se agregue al carrito y se pague al instante.
Además, las plataformas digitales están diseñadas para estimular el consumo constante. A través de notificaciones, ofertas personalizadas, promociones temporales y recomendaciones basadas en el historial de navegación, se crea un entorno que incentiva la compra frecuente, muchas veces de productos o servicios que no son realmente necesarios.
En el plano psicológico, el fenómeno del “gasto hormiga” digital también está relacionado con la baja percepción del gasto. Al no manejar dinero en efectivo, sino tarjetas o aplicaciones de pago, el impacto inmediato del desembolso no se siente tan fuerte, lo que reduce la sensación de pérdida y facilita la repetición del comportamiento.
Recomendaciones para evitar estos gastos
- Llevar un registro detallado de los gastos diarios para identificar los hormigas
- Preparar alimentos y bebidas en casa para evitar compras impulsivas
- Revisar y cancelar suscripciones que no se usan
- Usar efectivo para controlar mejor el gasto y evitar compras impulsivas en línea
- Buscar alternativas bancarias sin comisiones