Para muchas parejas, en el calor de una discusión, las peleas parecen ser el problema principal, pero hay ocasiones en que lo más dañino no es la frecuencia del conflicto, sino lo que se dice durante él. Así lo determinó Mark Travers, sicólogo especializado en relaciones amorosas, quien detectó una frase en particular que, según él, puede erosionar lentamente cualquier vínculo.
Aunque la frase “¿Por qué no puedes ser más como…?” podría ser lanzada como un simple comentario, esta comparación es una señal de alarma. En su experiencia, Travers asegura que cada vez que una pareja lleva este tipo de frases al consultorio, lo que realmente están arrastrando es la sensación de no ser suficientes. Y lo peor es que el personaje al que se refiere, ya sea un ex, un conocido o incluso la versión pasada de la misma persona, importa poco, ya que el verdadero mensaje es que siempre habrá alguien más que sería una mejor pareja que tú.
Este tipo de afirmaciones, aunque parezcan inofensivas en el momento, pueden generar inseguridades que se incrustan con el tiempo. La persona que las recibe comienza a cuestionarse, a sentirse inadecuada, a vivir con la duda de si realmente encaja en la relación, y desde allí, el amor empieza a terminar.
Pero, según Travers, hay una manera de expresarse sin necesidad de callar lo que molesta, la clave está en cambiar el enfoque, por lo que en vez de recurrir a comparaciones, conviene hablar desde uno mismo. En lugar de decir “alguien más lo haría mejor”, se trata de expresar lo que uno necesita, con claridad y sin agresión, por ejemplo: “Me gustaría que pudiéramos hablarnos con calma, incluso cuando estemos molestos” o “Me cuesta cuando las discusiones escalan tan rápido. Quisiera que pudiéramos sostenernos el uno al otro en esos momentos”.
Este tipo de expresiones no buscan señalar al otro como culpable, sino abrir la puerta a una conversación más honesta, porque al final, amar no es encontrar a alguien que se ajuste a un molde ideal, sino tener el valor de mostrar quiénes somos y confiar en que la otra persona lo recibirá con respeto.
Las relaciones no se construyen sobre comparaciones, sino sobre la voluntad de crecer juntos, imperfectos pero auténticos.
