La ocupación del Zócalo y calles aledañas con casas de campaña nuevecitas, el cierre de las vías primarias en Ciudad de México, la toma de casetas en las autopistas, el derribo de una reja en el Palacete de los Covián, y el caos que con sus marchas han provocado en la circulación de vehículos en la metrópoli han sido la primera llamada, primera.
El cerco de la CNTE a Palacio Nacional que impidió el acceso a la mentiñera presidencial del miércoles fue una segunda llamada, segunda.
La trama perfectamente ideada para debilitar a Claudia Sheinbaum tiene como tercera llamada, tercera, la ocupación de Palacio Nacional con la que la señora presidente formal quedaría encerrada junto con sus captores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores (sic) de la Educación.
La alerta está encendida. Los egresados de las escuelas normales van por más de lo que hasta ahora les ha cedido y concedido la 4T de la que dicen son aliados.
Amén del incremento salarial que es 4 puntos porcentuales mayor al que obtendrán el resto de los burócratas federales, no obstante que se metió reversa a la Ley del ISSSTE mal instrumentada por Martí Batres, más allá de que ya dialogaron con Rosa Icela Rodríguez y con Mario Delgado –los tres mencionados pertenecientes al ala dura de Morena que controla López Obrador--, lo que en realidad pretende la CNTE es un mayor número de plazas y recursos económicos a repartir entre sus dirigentes.
¿Se imagina usted a la presidente formal como rehén durante varios días dentro de la sede del cada vez más menguado Poder Ejecutivo Federal?
Eso puede suceder cuando ella reciba a la dirigencia visible de la disidencia magisterial en una mesa de trabajo que los dizque docentes no quieran abandonar.
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Un aspecto aún no revisado de las causas que originaron la demolición del Poder Judicial de la Federación para sustituirlo por una especie de charada en la que primen los seguidores de Morena es el papel que desempeñó María Estela Ríos como consejera jurídica de la Presidencia de la República.
Prácticamente tooodas las iniciativas de reformas constitucionales que AMLO presentó a las manadas guindas en el Congreso de la Unión y que éstas aprobaron sin leerlas siquiera y, claro, “sin cambiarles ni una coma”, fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ríos las pergeñó y nunca se le responsabilizó por lo que ni siquiera podría ser calificado como erratas. Se hicieron “con las patas”, como dijo Lorenzo Córdova de la pantomima electoral del próximo 1 de junio.
Una de esas metidas de pata apenas fue empezada a corregir cuando el miércoles, en comisiones legislativas, se modificó el artículo 97 de la Constitución que ahora prevé una presidencia de la Suprema Corte de cuatro años por elección de los ministros. El artículo 94, que aprobaron el año pasado, establecía una presidencia rotativa de dos años definida por voto popular.
Lo peor es que tan brillante abogada de AMLO contiende por un sitial de la Corte y seguro la obtendrá pues es una de las palomeadas con Vo.Bo por el morenismo radical.
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Y desde la madrugada del jueves ya es un hecho. Las remesas que envíen los paisanos radicados en Estados Unidos deberán pagar el 3.5% de su monto al Tesoro estadounidense.
Duro golpe a la economía de las familias receptoras y durísimo para la nacional que, pese a todo tipo de reclamos del gobiernito de la 4T, fue asestado por el trumpismo.
No falló la misión parlamentaria enviada en el último momento a dialogar con sus contrapartes en Capitol Hill y que apenas si pudieron concretar citas con el caucus hispano que, de cualquier forma, ya había anunciado su voto en contra del paquete fiscal al que el Orange Trump calificó como “One Big Beautiful Bill Act”, algo así como “Una gran y hermosa ley”.
En todo caso, si hubo errores imperdonables estos recaen en el Ejecutivo y en su embajador en Washington, Esteban Moctezuma, quien aparentemente no ha conseguido obtener contactos de alto nivel en Washington, y quien se enteró de la amenaza, ya cumplida, cuando se anunciaba en los medios. No alertó a tiempo.
Y todavía tuvo el descaro de afirmar ayer que el 3.5% y no el 5% de impuesto a las remesas es “una buena noticia”.
Claro, es Teby.
@AndySKBrown1
