
Mika Stambaugh, una periodista estadounidense, se convirtió en un símbolo de advertencia sobre los peligros del cáncer de piel. Tras ignorar una pequeña mancha en su rostro, fue diagnosticada con melanoma, una forma agresiva de cáncer de piel. La enfermedad avanzó rápidamente y Mika tuvo que someterse a una cirugía que le dejó una cicatriz significativa en la cara. Su historia resalta la importancia de la detección temprana y la prevención del cáncer de piel.
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¿Qué es el melanoma?
El melanoma es un tipo de cáncer que se origina en los melanocitos, las células responsables de producir melanina, el pigmento que da color a la piel y protege contra los rayos ultravioleta del sol. A diferencia de otros cánceres de piel, el melanoma puede desarrollarse tanto en lunares existentes como en piel aparentemente sana, y es más común en áreas expuestas al sol como la cara, brazos, espalda y piernas, aunque también puede aparecer en zonas menos expuestas como palmas, plantas y uñas.
Casos en México
En México, se registran entre 11,000 y 16,000 nuevos casos de cáncer de piel cada año, y aproximadamente 2,000 corresponden a melanoma, que representan 80% de las muertes por cáncer de piel en el país, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Este tipo de cáncer afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más frecuente en personas de piel clara, trabajadores al aire libre y adultos mayores.
Mientras que el melanoma ocupa el vigésimo primer lugar entre los tumores malignos en México, con una incidencia de 2,051 nuevos casos anuales y una prevalencia a cinco años de 4.6 por cada 100,000 personas. La mortalidad también ha aumentado, con un incremento de 500% en incidencia y un 78% en mortalidad en los últimos 15 años.
En Puebla, aunque no existen cifras oficiales desagregadas sobre melanoma, en 2023 se reportaron 4,151 muertes por cáncer, un aumento del 5% respecto al año anterior. En cuanto a la mortalidad por tumores malignos, Puebla se encuentra entre las entidades con tasas más bajas, con alrededor de 47.39 a 59.62 defunciones por cada 100,000 habitantes, aunque esto no significa que esté exenta del problema.
Las autoridades sanitarias reconocen que la incidencia de cáncer de piel está subestimada debido a la falta de campañas de detección específicas y al desconocimiento sobre sus síntomas.
Síntomas del melanoma
Los primeros signos suelen incluir un cambio en un lunar existente o la aparición de un nuevo bulto pigmentado o inusual en la piel. Para identificar lesiones sospechosas, se recomienda seguir la regla ABCDE:
Asimetría: un lado del lunar no coincide con el otro.
Bordes irregulares o mal definidos.
Color desigual o variado.
Diámetro mayor a 6 mm
Evolución o cambio en tamaño, forma o color. (como picazón o sangrado).
Además, el melanoma puede manifestarse como una lesión que no necesariamente proviene de un lunar previo, lo que hace vital la autoexploración periódica.
El diagnóstico se confirma mediante una biopsia, procedimiento en el cual se extrae una muestra de la lesión para ser analizada en laboratorio. Mientras más temprano se detecte, mayores son las probabilidades de curación: la tasa de supervivencia a cinco años en casos detectados a tiempo supera 90%.
Prevención
La principal causa del melanoma es la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, ya sea por el sol o por fuentes artificiales como cabinas de bronceado. Por ello, las medidas preventivas incluyen:
Evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10 a.m. y 4 p.m.
Usar protección física como gorras, gafas de sol y ropa adecuada.
Aplicar protector solar con factor de protección alto (FPS 30 o más).
Realizar autoexploraciones regulares para detectar cambios en la piel.
Prestar especial atención a niños y personas con piel clara, pues las quemaduras solares en la infancia aumentan el riesgo en la adultez.
Aunque el sol tiene beneficios para la salud, como la producción de vitamina D y mejora del estado de ánimo, es fundamental disfrutarlo con responsabilidad para evitar daños irreversibles.