
El gobierno de Estados Unidos inició un proceso inédito para evaluar la venta de concesiones mineras en aguas profundas, luego de recibir una solicitud formal de la startup Impossible Metals. Este movimiento, anunciado por el Departamento del Interior el martes 21 de mayo, marca un posible hito en la exploración de recursos minerales en el fondo marino frente a las costas de Samoa Americana.
Dicha iniciativa forma parte de una estrategia más amplia orientada a fortalecer la seguridad nacional y promover el crecimiento económico mediante el acceso responsable a recursos naturales esenciales para la industria tecnológica. "Los minerales críticos son fundamentales para fortalecer la resiliencia de nuestra nación y proteger nuestros intereses nacionales", expresó el secretario del Interior, Doug Burgum, en un comunicado oficial. "Al ofrecer oportunidades para acceder de manera responsable a los recursos minerales de aguas profundas, estamos apoyando tanto el crecimiento económico estadounidense como la seguridad nacional", añadió el funcionario.
Impossible Metals, anteriormente conocida como Impossible Mining, presentó formalmente su solicitud en abril y desarrolló una tecnología que busca revolucionar el modelo tradicional de minería submarina a través de un enfoque menos invasivo. La empresa ha diseñado un vehículo autónomo sumergible operado mediante control remoto y se baja al lecho oceánico con grúas, donde utiliza pinzas robóticas para recolectar nódulos polimetálicos. A diferencia de otras tecnologías empleando sistemas de succión alterando gravemente los hábitats marinos, la propuesta de esta startup apunta a minimizar el impacto sobre el ecosistema profundo.
Estos nódulos, formados durante millones de años por la acumulación de minerales disueltos en el agua de mar, contienen altos niveles de manganeso, hierro, cobalto, níquel y cobre. En un contexto de electrificación global y creciente demanda de baterías y componentes electrónicos, estos minerales son cada vez más estratégicos para las economías modernas. Además, el dominio de China sobre los mercados de cobalto y otros elementos clave ha llevado a gobiernos y empresas a explorar nuevas fuentes de abastecimiento mineral en regiones hasta ahora no explotadas.
A pesar del potencial económico de estas actividades, científicos y ecologistas han manifestado preocupaciones importantes sobre los efectos negativos que podrían tener en ecosistemas marinos frágiles y de lenta recuperación. Estudios recientes advierten ''comunidades microbianas afectadas por la minería en aguas profundas podrían tardar más de 50 años en restablecerse por completo tras una intervención''. Además, especies como las esponjas, habitantes el fondo marino, podrían sufrir daños directos por la maquinaria o por los sedimentos que se levantarían durante las operaciones.
Más allá de su valor mineral, los nódulos polimetálicos también interesan a la comunidad científica porque generan oxígeno, lo cual podría ofrecer pistas útiles en la búsqueda de vida en otros planetas. Este hallazgo subraya la importancia de evaluar con cautela cada paso en la expansión de la minería submarina para evitar daños irreversibles en uno de los ecosistemas más desconocidos del planeta. (Notipress)