La actividad económica mexicana disminuye por segundo mes

La actividad económica mexicana disminuye por segundo mes

Foto: NotiPress

La actividad económica en México mostró signos de debilitamiento en marzo, según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), cuya contracción mensual alcanzó el 0,4%, al tiempo que registró una disminución anual del 0,1%. Esta información forma parte del análisis realizado por Quasar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone, al cual tuvo acceso NotiPress.

 

Durante ese periodo, los sectores servicios e industrial se vieron afectados negativamente. El desempeño del sector servicios, en particular, presentó su segunda caída mensual consecutiva, un dato relevante debido a su peso en la economía nacional. Paralelamente, la actividad industrial también retrocedió, aportando un nuevo signo de desaceleración en áreas clave del crecimiento.

 

Igualmente, estos retrocesos del IGAE coinciden con el desempeño general de la economía durante el primer trimestre del año, donde el Producto Interno Bruto (PIB) creció apenas un 0,2% en términos intertrimestrales. Si bien ese resultado se alineó con las expectativas, su magnitud refleja una recuperación limitada tras el riesgo de recesión técnica enfrentado en los últimos meses de 2024.

 

Entre los factores destacados por Elizundia, se encuentra la persistente debilidad de la demanda interna. De acuerdo con su análisis, este entorno compromete las perspectivas de una reactivación sólida, al impactar directamente sobre los motores de la producción y el consumo. El deterioro simultáneo en servicios e industria apunta hacia una disminución del dinamismo económico en los sectores productivos.

 

De este modo, en medio de este contexto, las preocupaciones se amplifican por la falta de señales de fortalecimiento de la economía doméstica. Aunque se han mantenido expectativas de impulso mediante políticas monetarias, las cifras actuales invitan a una evaluación más cuidadosa sobre la capacidad de respuesta del mercado interno frente a nuevos estímulos.

 

Adicionalmente, el panorama económico se ha visto influido por cifras de inflación superiores a las previstas, tanto en su componente general como subyacente. Estas presiones, combinadas con la contracción en la actividad, dificultan un entorno estable para el crecimiento sostenido. Si bien las medidas adoptadas desde el ámbito financiero buscan mitigar estos efectos, la debilidad estructural evidenciada por el IGAE plantea retos de fondo.

 

Los próximos reportes sobre la balanza comercial y cuenta corriente podrían ofrecer mayores elementos para evaluar el rumbo inmediato de la economía nacional. Sin embargo, el comportamiento reciente del IGAE y sus componentes refuerza la percepción de que persisten limitaciones internas significativas, reflejadas en los principales indicadores de producción y servicios.

 

Finalmente, este conjunto de datos, analizado por el estratega de Pepperstone, refuerza la importancia de monitorear con atención los próximos movimientos del mercado, sin perder de vista el papel que juega la demanda interna en la configuración de la estabilidad macroeconómica. (NotiPress)

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