“‘Chelís’ me trató como un traidor”, revela exjugador del Puebla

El ex futbolista mexicano Mauricio Romero, quien militó en el Club Puebla durante el torneo Clausura 2007, reveló un tenso y polémico episodio que vivió con el entonces entrenador del equipo, José Luis Sánchez Solá, mejor conocido como "Chelís". En una entrevista concedida al periodista David Medrano, Romero detalló un fuerte altercado en el vestidor que dejó huella en su paso por el fútbol mexicano.

Según relató Romero, el conflicto ocurrió después de un partido en el que saludó con mucho entusiasmo a Sergio Bueno, director técnico del equipo rival en turno. Este gesto fue interpretado por “Chelís” como una traición. En palabras del propio Romero, el técnico poblano lo acusó de haber "ventilado" su estrategia táctica a Bueno, lo que desató una airada confrontación.

“Después del partido, ‘Chelís’ me pidió que me quitara la playera del Puebla. Me dijo que no era digno de portar los colores del equipo”, narró Romero. El delantero respondió de manera directa y tajante: “Le dije: ‘No seas pendejo’, porque yo tengo una gran amistad con Sergio Bueno. Él fue el que me debutó en Atlas y simplemente nos saludamos con cariño”.

Romero dejó en claro que el saludo no tenía ninguna intención maliciosa ni mucho menos relación con filtrar información del vestuario. Sin embargo, la pasión con la que “Chelís” vivía los partidos y su fuerte temperamento provocaron que el entrenador reaccionara de forma impulsiva y exagerada.

Este episodio se suma a una serie de historias peculiares que rodearon la trayectoria de José Luis Sánchez Solá como director técnico. Reconocido por su intensidad, carácter vehemente y estilo poco convencional, “Chelís” tuvo diversos encontronazos con varios futbolistas a lo largo de su carrera. Aunque muchos jugadores lo recuerdan con cariño, también hay quienes vivieron momentos de tensión con él, como el propio Romero.

El exdelantero aseguró que, pese al altercado, continuó trabajando con profesionalismo y defendiendo los colores del Puebla hasta el final de su etapa en el club. Esta anécdota es una más en el vasto anecdotario del futbol mexicano, donde las emociones suelen desbordarse tanto dentro como fuera de la cancha.