
La brasileña que el pasado 21 de junio sufrió un accidente y cayó por un precipicio en un volcán de Indonesia, Juliana Marins, de 26 años, fue encontrada sin vida este martes por un equipo de rescate, informó la familia.
"Hoy, el equipo de rescate consiguió llegar hasta la zona donde Juliana Marins estaba; con inmensa tristeza, informamos que no resistió; seguimos muy agradecidos por todas las oraciones, mensajes de cariño y apoyo que hemos recibido", escribieron sus familiares en una red social.
O comunicado da família da Juliana Marins que ninguém queria que acontecesse. Descanse em paz, Juliana. O governo da Indonésia deve explicar se poderia ter agido antes, muita gente revoltada no Brasil. pic.twitter.com/4D1heV9zUa
— GugaNoblat (@GugaNoblat) June 24, 2025
La joven se accidentó en una zona escarpada del Monte Rinjani, el segundo volcán más alto de Indonesia, en la isla de Lombok, y aunque fue localizada un día después los equipos de rescate tuvieron mucha dificultad en acceder a la zona.
El 23 de junio las autoridades de Indonesia informaron que la joven fue localizada, pero que estaba visiblemente inmóvil, lo que hizo temer por su estado de salud, después de varios días sin beber ni alimentarse.
Las condiciones meteorológicas y la inclinación del terreno impidieron el uso de helicópteros o drones, por lo que los socorristas sólo pudieron llegar a la excursionista bajando con cuerdas de alpinismo una distancia de más de 500 metros.
Impossível não se REVOLTAR com o que o governo da Indonésia fez com a Juliana Marins. Quase TRÊS dias sem ÁGUA, ALIMENTO e trataram a vida da brasileira com um descaso que jamais ocorreria no Brasil. Agora Juliana foi encontrada IMÓVEL, possivelmente sem vida! Revoltante! pic.twitter.com/k3iMkVUP7y
— Yan (@yankisner) June 23, 2025
Los familiares de la víctima criticaron desde el principio la negligencia del guía con el que ella viajaba, que no ofreció auxilio ni alertó a las autoridades, y también lamentaron la tardanza en movilizar una operación de búsqueda y rescate.
Tras las peticiones de la familia en las redes sociales, le embajada de Brasil en Yakarta y el propio ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, presionaron a las autoridades indonesias.