“Como una explosión nuclear”: un asteroide podría golpear la Luna y afectar a la Tierra

“Como una explosión nuclear”: un asteroide podría golpear la Luna y afectar a la Tierra

Foto: Freepik

Un equipo de astrónomos advirtieron que el asteroide 2024 YR4, de entre 53 y 67 metros de diámetro, podría colisionar con la Luna en 2032, y aunque su probabilidad de impacto con la Tierra es mínima, apenas del 0.0017 %, los últimos datos del telescopio espacial James Webb indican 4.3 % de posibilidades de impacto con nuestro satélite natural, lo que alarmó a la comunidad astronómica.

 

La posible colisión generaría un cráter de aproximadamente un kilómetro de diámetro, convirtiéndose en el mayor registrado en la Luna en los últimos 5,000 años. Además, un estudio liderado por universidades canadienses simuló el escenario, concluyendo que el impacto liberaría una energía comparable a una gran explosión nuclear, según explicó el físico Paul Wiegert, de la Universidad de Western Ontario.

 

 

El mayor riesgo para la Tierra no sería el choque directo, sino los millones de kilogramos de escombros lunares que podrían ser lanzados al espacio, a pesar de que la mayoría se desintegraría al ingresar a la atmósfera, algunos fragmentos podrían quedar atrapados en la órbita terrestre y representar una amenaza para satélites, estaciones espaciales y misiones tripuladas.

 

Los investigadores insisten en que este tipo de eventos deben contemplarse dentro de la defensa planetaria, no solo frente a asteroides que podrían chocar con la Tierra, sino también en casos donde los impactos generen consecuencias indirectas para nuestra tecnología o seguridad espacial.

 

 

Actualmente, el asteroide está demasiado lejos para determinar con precisión su trayectoria definitiva, pero se espera que vuelva a ser visible en 2028, cuando los astrónomos podrán llevar a cabo nuevas observaciones y afinar sus cálculos sobre lo que podría suceder en 2032.

 

Aunque la NASA descartó que una colisión con la Luna altere su órbita, este caso es un recordatorio de los riesgos cósmicos que enfrentamos, así como la importancia de contar con sistemas de monitoreo avanzados y una cooperación internacional sólida en materia de vigilancia espacial.

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