Con el auge de tecnologías como la inteligencia artificial, las redes sociales y los dispositivos inteligentes se dio paso a un nuevo fenómeno conocido como adicción digital. Asimismo, debido el uso compulsivo de estas herramientas, comenzaron a surgir iniciativas como Internet and Technology Addicts Anonymous (ITAA), grupos de apoyo inspirados en el modelo de Alcohólicos Anónimos que ofrecen contención y estrategias para quienes quieren recuperar el control de su vida digital.
Estas comunidades identifican una variedad de conductas adictivas, que van desde la navegación interminable hasta la dependencia emocional a chatbots o generadores de imágenes. De acuerdo con este grupo, la dependencia puede provocar cambios en el cerebro, así como deterioro de la concentración y dificultad para mantener relaciones interpersonales. Entre los síntomas más comunes figura la irritabilidad, negligencia del autocuidado y el ocultar el tiempo que se pasa frente a la pantalla.
ITAA promueve reuniones gratuitas y anónimas en varios idiomas, y propone un modelo de recuperación basado en los 12 pasos. Su enfoque está dirigido a personas de cualquier edad o contexto, y ya cuenta con comunidades en internet como r/characterairecovery, donde los usuarios comparten sus recaídas, logros y emociones al intentar desconectarse de plataformas como Character.AI.
Además de la IA, los grupos reconocen adicciones a las redes sociales, videojuegos, streaming, información y teléfonos inteligentes. Cada una con particularidades distintas, pero con el común denominador de la pérdida de control voluntario y el impacto negativo en la vida cotidiana.
Frente a esta situación, este tipo de grupos se presentan como una alternativa accesible y se pueden convertir en un primer paso en el proceso de sanación, dejando en evidencia el impacto que la tecnología tiene sobre la salud mental.
