
El diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, presentó una iniciativa para prohibir la venta, distribución y suministro de bebidas energéticas a menores de edad.
La propuesta busca reformar los artículos 215 y 419, y adicionar el artículo 216 Ter de la Ley General de Salud, estableciendo sanciones de hasta 2,000 veces la Unidad de Medida y Actualización (aproximadamente 226,280 pesos) para quienes incumplan.
El objetivo de estas bebidas es aumentar la energía, la alerta y el rendimiento físico o mental, ya que contienen una combinación de ingredientes estimulantes y otros compuestos. Sin embargo, su consumo conlleva riesgos, especialmente si es excesivo o en poblaciones vulnerables.
Presenté una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud, para restringir la venta de bebidas energéticas a menores de edad, por los efectos nocivos que producen. Nuestro compromiso es cuidar a nuestras niñas, niños y adolescentes. Consúltala aquí: https://t.co/BvBtFGmfDX pic.twitter.com/6rG9LoZbrh
— Ricardo Monreal A. (@RicardoMonrealA) July 9, 2025
Las bebidas energéticas como Red Bull, Monster, Rockstar, entre otras, suelen contener:
- Cafeína: entre 80 y 300 mg por lata, lo que equivale de 1 a 3 tazas de café, aunque algunas marcas tienen más.
- Azúcar o edulcorantes artificiales: jarabe de maíz de alta fructosa, sucralosa, aspartame o acesulfame de potasio.
- Taurina: un aminoácido usado para potenciar el rendimiento físico y mental; cada lata contiene entre 500 y 2,000 mg.
- Guaraná, ginseng o L-carnitina: estimulantes adicionales o compuestos para mejorar la energía.
- Vitaminas del grupo B: como B6 o B12, aunque en dosis altas no siempre son absorbidas.
- Ácido carbónico: para las burbujas.
- Conservantes: como benzoato de sodio o sorbato de potasio.
- Saborizantes y colorantes artificiales: como tartrazina o rojo 40, que pueden causar reacciones en personas sensibles.
Desafortunadamente, las bebidas energéticas se han integrado al día a día de muchos jóvenes debido a una combinación de factores.
El marketing dirigido y atractivo ha sido uno de ellos, ya que diversas marcas, asociadas con deportes extremos, e-sports, música y cultura juvenil a través de patrocinios y eventos, han inundado la televisión. En 2025, el marketing en redes sociales continúa siendo clave, con influencers mostrando estas bebidas en contextos de estudio, gimnasio o fiestas. Además, los envases modernos y coloridos refuerzan su imagen como un producto "cool" o aspiracional.
La presión por rendimiento y el estilo de vida acelerado es otro de los factores. En la actualidad, los jóvenes enfrentan demandas intensas y las bebidas energéticas con cafeína, taurina y guaraná, ofrecen un impulso rápido para mantenerse alerta. La cultura de la productividad y el multitasking lleva a los jóvenes a buscar soluciones instantáneas para estudiar, trabajar o socializar.
Asimismo, los jóvenes perciben estas bebidas como una herramienta para mejorar su rendimiento, aunque los efectos son temporales y pueden generar fatiga o dependencia. Otro factor que influye de manera importante es que están ampliamente disponibles en tiendas, gimnasios y máquinas expendedoras, con precios accesibles y sabores atractivos. Se han normalizado en entornos juveniles, como fiestas, sesiones de estudio grupales o eventos deportivos, donde se ven como una alternativa moderna al café o refrescos.
En el mercado mexicano destacan algunas marcas como las más riesgosas (según estudios de la Profeco y Cofepris), como Monster Energy (Original, Juiced, Reign), Volt Blue Energy, Nitro Energy Drink, Burn (Original), Red Bull y Vive 100.
La Cofepris ha emitido alertas sobre los riesgos de combinar bebidas energéticas con alcohol, mencionando efectos como taquicardia, hipertensión, ansiedad y, en casos extremos, convulsiones.
El límite de cafeína en México es de 20 a 33 mg por cada 100 ml, y marcas como Monster y Burn lo superan en presentaciones grandes.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social ha advertido sobre los riesgos de las bebidas energéticas, como sobrepeso, diabetes, hipertensión, taquicardias, mareos y convulsiones. No aconseja su consumo en menores, adolescentes, embarazadas y adultos mayores.