
La creciente aplicación de la inteligencia artificial (IA) en el campo de la visión por computadora está siendo utilizada de manera significativa en tecnologías de vigilancia. Según un estudio publicado el 25 de junio de 2025 en la revista Nature, alrededor de 90 % de las investigaciones en esta área involucran datos sobre humanos. Su entorno inmediato, y una parte considerable de las patentes derivadas, se destinan a sistemas de vigilancia.
El análisis revisó 19,000 artículos científicos presentados entre 1990 y 2020 en la Conferencia sobre Visión por Computadora y Reconocimiento de Patrones, junto con 23,000 patentes que los citan de una muestra detallada de 100 artículos y 100 patentes. Se concluyó que 90 % de los estudios y 86 % de las patentes involucraban imágenes de personas o espacios habitados y solo 1 % se enfocaba en datos no humanos.
Tal tipo de tecnología permite el reconocimiento facial, de la marcha o la detección de acciones, lo que ha avanzado gracias a las capacidades mejoradas de imagen y al desarrollo acelerado de la IA. Mientras organismos de seguridad argumentan que estos sistemas refuerzan la protección ciudadana, expertos advierten sobre sesgos y errores, especialmente en poblaciones minoritarias, así como su potencial para restringir protestas sociales.
Yves Moreau, biólogo computacional de la Universidad Católica de Lovaina, expresó que los científicos deben "despertar" y reflexionar sobre las implicaciones morales de sus investigaciones. "Casi todo el campo trabaja en rostros y formas de caminar, en detectar personas e imágenes, y nadie parece decir ‘espera, ¿qué estamos haciendo?", declaró Moreau en el artículo.
Dicho estudio también destaco un aumento sostenido en la conexión entre la investigación académica y las aplicaciones de vigilancia. En la década de 1990, 53 % de los artículos que dieron lugar a patentes estaban relacionados con vigilancia, cifra que ascendió a 78 % en la década de 2010.
Sandra Wachter, experta en regulación tecnológica en la Universidad de Oxford, señaló que, aunque era una suposición extendida que la investigación alimentaba estas tecnologías, "eso es muy diferente a tener evidencia empírica real".
Aun así, los hallazgos plantean interrogantes urgentes sobre el uso de datos humanos en desarrollos tecnológicos. Así como también despierta debates en torno a la necesidad de establecer límites éticos más claros. (Notipress)