Interfaz cerebral para decodificar pensamientos plantea dudas sobre su funcionabilidad

Interfaz cerebral para decodificar pensamientos plantea dudas sobre su funcionabilidad

Foto: Freepik

La ciencia deslumbró con el desarrollo de un implante cerebral capaz de decodificar el habla interna. Aun así, plantea nuevas interrogantes técnicas sobre su durabilidad, mantenimiento y capacidad de funcionamiento prolongado en el cuerpo humano. Aunque el dispositivo mostró una precisión de 74 % en la interpretación de oraciones imaginadas, el estudio, publicado el 14 de agosto en la revista Cell, no especifica cuánto tiempo puede operar el sistema sin reemplazos ni actualizaciones.

 

El avance, logrado mediante una interfaz cerebro-computadora (BCI), se basa en señales captadas por microelectrodos implantados en la corteza motora, conectados a un sistema de inteligencia artificial que traduce los impulsos neuronales en fonemas y oraciones. Según el equipo liderado por Erin Kunz, de la Universidad de Stanford, el implante también incluye una función de activación por contraseña mental, lo que brinda al usuario control sobre cuándo se activa el sistema.

 

Pese a los resultados funcionales, el estudio no proporciona información técnica sobre la vida útil de los componentes implantados, su resistencia a degradación biológica, ni sobre los procedimientos necesarios para mantener el software de decodificación actualizado. Estos factores son fundamentales para evaluar la viabilidad del dispositivo en aplicaciones clínicas de largo plazo.

 

Las interfaces BCI anteriores, como las utilizadas en ensayos de control motriz o restauración del habla, han mostrado limitaciones en el tiempo de uso continuo debido a la necesidad de calibración periódica, riesgo de interferencias eléctricas o deterioro de los materiales en contacto con el tejido cerebral. A esto se suman los requisitos de carga energética externa o reemplazo quirúrgico de partes internas, elementos que aún no han sido abordados en este nuevo estudio.

 

En el artículo, Kunz explicó que el sistema logró decodificar oraciones e incluso números contados mentalmente por los participantes, al interpretar señales cerebrales con ayuda de modelos lingüísticos entrenados. Sin embargo, no se incluye en el informe científico información sobre la frecuencia de uso, capacidad de reinicio del sistema o los métodos de protección contra fallas técnicas.

 

El implante, por su capacidad de leer el pensamiento interno, ha generado interés por sus posibles aplicaciones clínicas en personas con ictus o enfermedades neurodegenerativas, pero también exige respuestas sobre la seguridad, fiabilidad técnica y longevidad operativa antes de escalar su uso fuera del laboratorio. (Notipress)

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