La impactante historia de una promesa del futbol que terminó en prisión de por vida

La impactante historia de una promesa del futbol que terminó en prisión de por vida

Foto: FreePik

Lautaro Carrachino alguna vez fue considerado la gran promesa del futbol argentino. Con apenas 17 años, deslumbraba en las divisiones inferiores de San Lorenzo de Almagro, donde su potencia, garra y capacidad de gol lo hicieron destacar por encima de sus compañeros. Muchos en el mundo del futbol lo comparaban con Carlos Tévez, no solo por sus condiciones futbolísticas, sino también por su origen humilde y su historia de superación en las calles del conurbano bonaerense.

 

 

En aquel entonces, los medios deportivos lo proyectaban como el futuro “9” de la selección argentina. Equipos europeos ya comenzaban a seguirle la pista, y todo parecía indicar que su destino era brillar en las canchas del mundo. Sin embargo, el camino de Carrachino tomó un rumbo totalmente opuesto.

 

 

Hoy, a sus 23 años, Lautaro Carrachino cumple cadena perpetua en una prisión de Buenos Aires, condenado por homicidio agravado en un caso relacionado con el narcotráfico. Según los informes judiciales, Carrachino fue hallado culpable del asesinato de un joven en un ajuste de cuentas vinculado al narcomenudeo. La justicia determinó que el exfutbolista tenía vínculos con una banda delictiva y participó activamente en el crimen.

 

Quienes lo conocieron en sus años formativos en San Lorenzo aseguran que el talento de Carrachino era real, pero que siempre estuvo rodeado de malas influencias. A pesar del acompañamiento del club y de intentos por ayudarlo a mantenerse en el buen camino, el joven cayó en un entorno violento y terminó alejándose del futbol profesional.

 

Su historia ha causado conmoción en el ambiente deportivo argentino, donde muchos señalan la falta de contención y seguimiento para los chicos que surgen de contextos vulnerables. El caso de Carrachino es dolorosamente representativo de una realidad que se repite: jóvenes con enorme potencial que terminan atrapados por las circunstancias sociales y económicas de su entorno.

 

La caída de quien alguna vez fue llamado "el nuevo Tévez" deja un sabor amargo y plantea una reflexión urgente sobre el papel de los clubes, las familias y el Estado en el acompañamiento de los jóvenes deportistas. Lautaro Carrachino, que soñó con goles y estadios llenos, ahora enfrenta un destino muy distinto, marcado por la violencia y una condena de por vida.

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