
Cada generación ha tenido sus propias formas de comunicarse, moldeadas por el contexto cultural, tecnológico y social de su tiempo. Por ejemplo, los Baby Boomers crecieron con la televisión, el teléfono fijo y la prensa escrita como principales medios. La comunicación era más formal, con cartas escritas a mano o llamadas telefónicas.
O como la Generación X, que vivió la transición de lo analógico a lo digital. Los walkmans, los faxes y las primeras computadoras personales marcaron su juventud. La comunicación empezó a acelerarse con el correo electrónico y los mensajes de texto en los primeros celulares.
Hoy, la Generación Z, que en la actualidad tiene entre 12 y 27 años, presenta características distintivas en su forma de comunicarse y relacionarse, marcadas por la inmersión total en la tecnología y un contexto global dinámico.
Crecieron con internet, smartphones y redes sociales como parte integral de sus vidas. Plataformas como TikTok, Instagram y Snapchat son sus principales espacios de interacción, donde priorizan contenido visual, rápido y auténtico.
Su comunicación está llena de jerga digital, emojis y memes que funcionan como códigos culturales. Términos como slay, vibes, sus o GOAT son comunes, y los memes transmiten emociones o ideas complejas de forma inmediata.
Están acostumbrados a consumir información en formatos cortos como reels, tweets o stories, lo que los hace hábiles para procesar datos rápidamente, pero a veces con menor tolerancia a contenidos largos o lentos. Además, valoran la transparencia y la autenticidad en las marcas, influencers y relaciones. Rechazan la publicidad tradicional y prefieren creadores de contenido que se muestren genuinos.
Aunque están hiperconectados globalmente, priorizan la personalización, crean comunidades en línea basadas en intereses específicos y valoran su identidad única. Incluso, su presencia en redes sociales no es solo comunicación, sino una forma de construir y expresar su identidad. Curan sus perfiles con cuidado, usando filtros, estéticas o narrativas visuales.
Son selectivos con su tiempo, prefiriendo plataformas que les permitan interactuar activamente en lugar de consumir contenido pasivamente.
En pocas palabras, la Generación Z combina tecnología, creatividad y un enfoque pragmático para comunicarse, con un lenguaje que evoluciona rápido y refleja su contexto digital.