
El Tribunal Supremo Federal de Brasil comienza este martes el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2023) por intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022, en que fue derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva.
La máxima corte judicial de Brasil reservó varias sesiones para el juicio más esperado de la historia reciente del país: los días 2, 3, 9, 10 y 12 de septiembre, aunque el momento en que se conocerá la sentencia no está claro y podría producirse ante del día 12.
Tal como prevé el reglamento, el caso será analizado por el llamado primer grupo del Supremo, en el que figuran los jueces Alexandre de Moraes (instructor), Cristiano Zanin, Flávio Dino, Luiz Fux y Carmen Lúcia.
El juicio empezará con la lectura del informe elaborado por Moraes, que incluye la explicación de los hechos, las decisiones tomadas por el tribunal durante toda la fase de instrucción, la acusación de la Fiscalía y lo que alegan los imputados.
Después, el fiscal general, Paulo Gonet, detallará los argumentos de la acusación; acto seguido, los abogados de Bolsonaro expondrán su postura y finalmente se emitirán los votos de los jueces, el momento decisivo.
Se espera que Bolsonaro sea condenado por amplia mayoría; la única excepción podría ser la del juez Fux, que a lo largo del proceso de instrucción ha manifestado dudas y posiciones más favorables a Bolsonaro; aun así, para sentenciarle basta una mayoría simple.
Bolsonaro está imputado por cinco delitos diferentes: golpe de Estado, intento de abolición del Estado Democrático de Derecho, pertenencia a organización criminal armada, deterioro de patrimonio protegido y daño cualificado mediante violencia y grave amenaza.
La pena de cada delito varía bastante, pero si se tienen en cuenta las condenas máximas para cada uno de ellos, la suma podría alcanzar los 43 años de cárcel.
Bolsonaro será juzgado por presuntamente haber liderado una conspiración golpista para mantenerse en el poder a toda costa y por su papel instigador en los incidentes del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando miles de sus seguidores invadieron los edificios del Gobierno, el Congreso Nacional y el Tribunal Supremo.
Además del expresidente también van a juicio algunos de sus colaboradores más cercanos en la época, empezando por su ex secretario personal, el teniente coronel Mauro Cid, que colaboró con la Justicia y con sus confesiones a los investigadores aportó detalles clave sobre reuniones y documentos, entre otros datos.
También será juzgado el exministro de Defensa y candidato a vicepresidente de Bolsonaro, Walter Braga Netto, considerado el cerebro de la operación, y que está preso de manera preventiva desde diciembre del año pasado por intentar obstaculizar la investigación.
El resto de imputados son el exministro de Defensa Paulo Sérgio Nogueira, el exministro del Gabinete de Seguridad Institucional Augusto Heleno; el exministro de Justicia Anderson Torres; el excomandante de la Marina Almir Garnier y el exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia Alexandre Ramagem.
En los últimos días, Bolsonaro habría manifestado su deseo de estar presencialmente en el juicio para hacer una demostración de fuerza de cara a sus simpatizantes, aunque su entorno más cercano y su equipo médico se lo desaconsejan por sus problemas de salud.