Los simulacros son ejercicios que sirven para practicar, entrenar o evaluar procedimientos y respuestas ante situaciones específicas, con el objetivo de mejorar la preparación, coordinación y respuesta de los participantes, identificar fallos y optimizar planes de acción en un entorno controlado.
Este 19 de septiembre se llevó a cabo el Segundo Simulacro Nacional que conmemora los 40 años del sismo de 1985 y los 8 años del sismo de 2017, y en Imagen Poblana acudimos al CIS en Angelópolis a entrevistar a los participantes y preguntarles si realmente consideran que este ejercicio sirve y si aplican este conocimiento en un evento real.
Nuestra primera entrevistada fue Guadalupe, a quien el simulacro la agarró haciendo un trámite en las oficinas. Ella aseguró que los simulacros son fundamentales para interiorizar los protocolos y responder con calma en un sismo real, subrayando que cualquier medida que salve vidas es invaluable.
Este viernes se llevó a cabo el #SimulacroNacional para conmemorar el aniversario de los terremotos de 1985 y 2017, poniendo en marcha por primera vez el alertamiento masivo a través de celulares. ???? ¿Te asustó la alarma?
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) September 19, 2025
Aseguró que los simulacros le han dado herramientas para aplicar los protocolos en una situación de verdad, aunque ha notado que muchas personas se paralizan o entran en crisis durante estas situaciones.
Para Diana, los simulacros son esenciales porque, afirmó, la falta de costumbre hace que muchas personas no sepan cómo reaccionar ante un sismo verdadero; “nos ayuda mucho para que aprendamos cómo debemos de reaccionar y sobre todo cómo ayudar a otras personas”.
Desde una perspectiva muy honesta y humana, Diana reconoció el valor de los simulacros para aprender protocolos, pero admitió que en un sismo real el nerviosismo y el instinto de supervivencia la llevan a correr, en lugar de aplicar lo practicado.
???? Puebla desarrolla con éxito el Segundo Simulacro Nacional 2025
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Finalmente, Rubén aportó una visión más crítica, reconociendo que los simulacros son importantes, pero hace falta mayor conciencia y seriedad en la sociedad, especialmente en una zona sísmica como Puebla.
Rubén dijo que intenta llevar a la práctica, cuando hay un sismo, lo aprendido durante un simulacro, además de que fomenta la conciencia en su familia sobre su relevancia.