
El Día Mundial sin Automóvil, celebrado el 22 de septiembre, busca promover alternativas de movilidad sostenible y reducir la dependencia de los vehículos particulares, especialmente en ciudades como Puebla, donde el parque vehicular ha crecido significativamente.
Pero, aun cuando se da este fenómeno, en la actualidad hay muchas personas que no tienen los recursos económicos para adquirir un automóvil, lo que resalta las desigualdades en el acceso a la movilidad.
Y es que tener un auto va mucho más allá del precio de compra inicial, ya que implica una serie de gastos recurrentes que pueden acumularse rápidamente y afectar el presupuesto familiar.
De inicio y de acuerdo a datos actualizados, el precio de un auto de gama media, como Nissan Versa o Chevrolet Aveo, oscila entre los 200,000 y 300,000 pesos.
El rendimiento promedio de estos modelos es de aproximadamente 14 km por litro de combustible. El costo de la gasolina Magna oscila en 24 pesos por litro. Una estimación conservadora para su uso típico es de 12,000 km al año, lo que genera un gasto de entre 12,000 a 20,000 pesos anuales, lo que significa entre 1,000 a 1,700 pesos mensuales.
El costo de seguro de auto puede variar, desde cobertura amplia hasta la básica, así como por la edad del conductor y zona. Los costos oscilan entre los 4,000 a 10,000 pesos anuales.
El mantenimiento y servicio de automóviles es básico, como cambios de aceite, revisiones preventivas cada 10,000 km, llantas cada 2 o 3 años, entre otros, incluyendo reparaciones menores. El costo de este rubro puede ir de los 3,000 a 8,000 pesos al año.
Los pagos de control vehicular o refrendo y verificación vehicular generan un gasto aproximado de 2,000 pesos, siempre y cuando se lleve a cabo dentro de los límites establecidos por la autoridad.
El total aproximado anual de mantenimiento del automóvil puede ir de los 25,000 hasta los 50,000 pesos al año, o de poco más de 2,000 a 4,000 pesos mensuales.
El salario promedio mensual en México es de alrededor de 8,000 pesos, lo que equivale a unos 96,000 pesos anuales. En términos relativos, mantener un auto básico consume entre el 25 y 50 % del salario promedio mensual solo en gastos recurrentes, sin contar la compra. Para alguien ganando 8,000 pesos al mes, destinar entre 2,000 y 4,000 pesos para el mantenimiento de un auto deja poco margen para renta, comida o ahorros.
En Puebla, con un salario promedio similar al nacional, esto agrava la desigualdad, solo 46 % de hogares tienen auto, y muchos dependen de transporte público ineficiente.
Tomando en cuenta estos gastos, para la mayoría de los mexicanos, un auto es un lujo debido a su impacto económico desproporcionado; sin embargo, se convierte en una necesidad para trabajar, llevar a los hijos a la escuela o acceder a servicios básicos, aunque esto no elimina la carga económica que representa.