La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, recuperó su libertad este jueves tras la anulación de su sentencia de 10 años de cárcel por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que recibió al ser acusada del golpe de Estado de 2019 contra el entonces presidente Evo Morales (2006-2019).
"Que se reconozca que en este país jamás hubo un golpe de Estado (2019), lo que hubo fue un fraude electoral que nos llevó a los bolivianos a reclamar que nuestro voto sea respetado. Jamás voy a arrepentirme de servir a la patria cuando me necesitó", manifestó Áñez tras salir de la cárcel de Miraflores, en la ciudad de La Paz.
A su salida del penal femenino, Áñez fue recibida por sus seguidores que le expresaron su respaldo con música y palabras de aliento.
"Toda esta experiencia dolorosa no solo para mí, sino para mis hijos y mi familia, que llevaron este calvario durante esos casi cinco años de encierro injusto, en la que me trataron como una verdadera delincuente", lamentó.
En noviembre de 2019, Áñez asumió transitoriamente la Presidencia de Bolivia en medio de una crisis política y social, en la que Morales fue presionado para renunciar por movilizaciones de cívicos, rebelión de la Policía y sugerencia de las FFAA.
"Asumí aun sabiendo que en algún momento iba a tener un costo", admitió Áñez.
Áñez promulgó en 2019 el decreto supremo 4.078 para eximir de responsabilidades a militares y policías durante los operativos para desbloquear carreteras y reprimir las movilizaciones, en la que murieron 36 personas en las masacres de Senkata (La Paz) y Sacaba (Cochabamba).